sábado, 6 de marzo de 2010

Primer concurso nacional de ideas: estrategias para sobrevivir como docente.
















Esta carta fue enviada a todos los profesores de la Universidad de las Artes como parte de una estrategia para incorporarlos a la actividad gremial. Aunque no tuvo ningún efecto práctico inmediato, me consuelo pensando que estos procesos son lentos y algo habrá quedado sembrado en medio de la abulia y el pesimismo generalizado. En todo caso, la joda me sirvió de catársis.
Posteriormente, el 5 de abril de 2010, fue publicada en la página editorial del diario El Mundo.

Queridos colegas:

Este sábado, aprovechando que entregaron los Cesta Ticket (que son de las pocas alegrías que me quedan en la vida) fui a hacer mercado, así que lo que aquí reporto tiene toda la fuerza de la actualidad: para que un profesor de la Universidad de las Artes sobreviva tiene que trabajar al menos 2,5 veces un tiempo completo a dedicación exclusiva.

Comprobar este sencillo hecho aritmético me sirve para confirmar la sabiduría del siempre vilipendiado Carlos Marx cuando establecía la diferencia entre los proletarios, cuyos ingresos están calculados estrictamente para que puedan reproducir su fuerza de trabajo en beneficio del capital, y el lumpen, que está marginado del aparato productivo y, por lo tanto, no importa mucho si se muere de hambre. Hoy sábado 27 de febrero de 2010, a las 11:00 a.m. descubrí que oficialmente formo parte del Lumpen Profesariat. Que, con postgrado en el exterior, premios municipales y obra publicada, amén de una vida dedicada al servicio de la educación y la cultura, ya no me alcanza para comer.

Es bueno saber donde está uno ubicado socialmente porque eso le permite a uno ajustar sus expectativas. Nunca tendré carro, ni casa propia, no debería tener hijos ni otras cargas familiares (o debería deshacerme de ellas a la brevedad posible); ni hablar de comprar libros, viajar o ir al cine, fantasías pequeño burguesas que sembró en nuestra psiquis el ancien regime. Teniendo esto claro podemos diseñar estrategias para afrontar de manera diligente la realidad.

Aquí ofrezco algunas ideas, en la esperanza que los que lean esto puedan sugerirme otras. La mejor sugerencia se ganará un Cesta Ticket que tengo encaletado en la cartera:

• Asignarle a cada profesor un platico para que, al estilo de los monjes budistas, reciban al final de cada clase una propina si los estudiantes encontraron que la clase fue provechosa o, cuando menos, agradable. El plato debería ser más bien un cuenco para permitir que los estudiantes más generosos puedan además colocar alimentos líquidos o sólidos, mezclados con el dinero.

• Aprovechar el peligroso paso peatonal frente al CECA Plaza Morelos para constituir equipos de a tres docentes (uno con franela roja, otro con amarilla y otro con verde) que entre clase y clase se conviertan en semáforos humanos que, por una módica suma que no enriquece ni empobrece, garanticen la vida de los transeúntes.

• Colaborar con el ahorro energético ofreciendo el servicio de cargar estudiantes por las escaleras y así reducir el uso de ascensores.

• Colocar filas de profesores frente a las ventanas para convertirlos en cortinas humanas que oscurezcan los salones para que se puedan proyectar presentaciones de video en las clases.

• Asumir de una buena vez la carga horaria de 2,5 veces tiempo completo a dedicación exclusiva, que debe implicar algo así como 20 horas diarias de presencia en la institución. Calculando media hora para el aseo personal y las necesidades fisiológicas, una hora para comer, dos horas optimistas perdidas en el tráfico (aumentan si hay que dar clases en dos CECAS), nos quedaría media hora completa para dormir, actividades de descanso y tiempo libre. ¿Será que creamos una comisión de deportes para usar ese tiempo provechosamente?

Por favor envíen sus ideas a erminy01@yahoo.com o a mi blog. Espero, literalmente con hambre, sus aportes. El premio será entregado en la Asamblea de Profesores que convocó Aprounearte para este jueves 4 de marzo a las 2:00 p.m. en la Sala de Conciertos del CECA Plaza Morelos. El tema salarial es apenas uno de los muchos desafíos que tenemos por delante los docentes para construir la universidad que soñamos, ojala no perdamos esta oportunidad.

Atentamente,

Edwin Erminy

Docente sobreviviente

5 comentarios:

  1. Como diría usted profe!!! CONFILO!!!jejeje
    mmm...yo le daría una buena propina!!!jajajajaa me ha gustado tenerlo como profesor, gracias a ud. hoy tengo conciencia del maravilloso viaje que estoy haciendo hacia mi propia Itaca!!! saludos

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  2. Cónfiro,gracias. Ese comentario ya es suficiente recompensa!

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  3. Querido y apreciado profesor Edwin... creo que has olvidado algo, lo semáforos son muy mal pagados por esta razón no funcionan... si el gobierno se entera que los neo profesores de UNEARTE realizarán este nuevo trabajo enviarán gente para que realice marchas frente a la sede, así no podrán cobrar ni siquiera los cesta que corresponde a su carga académica porque estarían perdiendo tiempo de trabajo...

    Además de esto recuerde que los estudiantes son estudiantes, que sí bien tienen dinero para comprar cajas de cigarrillos y otras cosas, no le darán dinero a sus profesores porque ellos no entienden que después del recorrido y experiencia que tienen ustedes de verdad tratan de sobrevivir dando clases....

    Es más Edwin estás invirtiendo demasiado tiempo en este blog???? la UNEARTE no te paga para que hagas estas cosas ok!!!! así que devuélve ya los cesta tickets que crees tú has ganado....

    Besitos

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  4. jajaja que joda.. creo que lo del cuenco en clases es una idea bastante completa, pues funciona ademas como incentivo para el profesorado, una forma digna para promover la búsqueda de la superación personal JAJA ..que confianzudos estamos.. por Dios.. jeje

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  5. A mi me parece que la tarea de educar ha sido siempre molesta para la generalidad de los estados (no puedo hablar de todos pues no tengo la edad ni los estudios para eso, además lo absoluto siempre me supo mal). Desde que tengo uso de razón, a los maestros siempre les han pagado mal. Algo huele mal con esto de no privilegiar el sector educativo -más allá del discurso- en ninguna administración estatal desde hace mucho tiempo para acá. Y es curioso que l@s avant-garde del sistema educativo, l@s operativ@s, l@s que habitan el aula, es decir l@s profesores y/o maestr@s sean justamente ese lumpen, ese último grado en escala de importancia, esos que no importan, de los que facilmente se puede prescindir. Algo huele mal. Al parecer, algo inherente a la existencia misma del estado necesita que al sector educativo se le humille un poco y se le mantenga a raya. Yo digo que, muy pendejos han sido los que han seguido enseñando pasivamente desde los programas de formación que proveen los estados. Yo digo que sea desde ellos mismos que parta cualquier revolución y no desde los cuarteles o de los partidos políticos. En este momento estoy fabulando con una sociedad en donde los maestros empiecen a crear reuniones y sociedades secretas, en donde establezcan objetivos firmes a largo plazo que salven y reivindiquen el humanísmo, tan pisado hoy por las tecnocracias, obrando con la misma entrega y dedicación que les pertenece por vocación. Porque sabemos que por plata no es.

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